Otra caricatura especial de las vacaciones al terminar del colegio era el príncipe feliz, otro bonito cuento de Oscar Wilde. Me gusta compartir con mis hijos el encanto de aquello que me emocionaba, pues hoy en día la tecnología a veces dificulta apreciar la sencillez que en aquellos días divertía.
Golondrina, golondrinita, decía aquella estatua de un Apuesto y admirado príncipe ubicado en una posición privilegiada desde donde todos lo podían ver y él también los podía observar. Conmovido por la desgracia ajena, la pobreza, la enfermedad, el hambre, le pidió a una humilde golondrina que le ayudara a despojarse de toda su riqueza: sus piedras preciosas que adornaban sus ojos, su espada y todo el oro que le recubría. A través de una pequeña golondrina que se quedó con su príncipe para ayudarle y luego conmovida al verlo ciego, ya no quiso volar para huir del frío invierno. Cierto es que existen muchas versiones del cuento original, pero esta caricatura aunque antigua, aun me conmueve cuando la veo, con ese encanto especial al escuchar la voz que lleva toda la caricatura.
Debo decir que no encontré un video en español, solo subtitulado, que esta entero pero que a pesar de estar subtitulado en español, todos podemos disfrutar.
EL PRINCIPE FELIZ. 1974
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